La biología (del griego «βίος» bíos, vida, y «-λογία» -logía, tratado, estudio, ciencia) es la ciencia que tiene como objeto de estudio a los seres vivos y, más específicamente, su origen, su evolución y sus propiedades: nutrición, morfogénesis, reproducción, patogenia, etc. Se ocupa tanto de la descripción de las características y los comportamientos de los organismos individuales como de las especies en su conjunto, así como de la reproducción de los seres vivos y de las interacciones entre ellos y el entorno. De este modo, trata de estudiar la estructura y la dinámica funcional comunes a todos los seres vivos, con el fin de establecer las leyes generales que rigen la vida orgánica y los principios explicativos fundamentales de esta.
LAS NEURONAS:
Las neuronas (del griego νεῦρον, cuerda, nervio) son un tipo de células
del sistema nervioso cuya principal función es la excitabilidad eléctrica de su
membrana plasmática; están especializadas en la recepción de estímulos y conducción
del impulso nervioso (en forma de potencial de acción) entre ellas o con otros
tipos celulares, como por ejemplo las fibras musculares de la placa motora.
Altamente diferenciadas, la mayoría de las neuronas no se dividen una vez
alcanzada su madurez; no obstante, una minoría sí lo hace.Las neuronas
presentan unas características morfológicas típicas que sustentan sus funciones:
un cuerpo celular llamado soma o «pericarion», central; una o varias prolongaciones cortas
que generalmente transmiten impulsos hacia el soma celular, denominadas dendritas;
y una prolongación larga, denominada axón o «cilindroeje», que conduce los
impulsos desde el soma hacia otra neurona u órgano diana.
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL:
El sistema nervioso central (SNC) es una estructura biológica que
sólo se encuentra en individuos del reino animal. El sistema nervioso central
está constituido por el encéfalo y la médula espinal. Se encuentra protegidos
por tres membranas: duramadre (membrana externa), aracnoides (intermedia), piamadre
(membrana interna), denominadas genéricamente meninges. Además, el encéfalo y
la médula espinal están protegidos por envolturas óseas, que son el cráneo y la
columna vertebral respectivamente. Se trata de un sistema muy complejo, ya que
se encarga de percibir estímulos procedentes del mundo exterior así como
transmitir impulsos a nervios y a músculos instintivamente. Las cavidades de
estos órganos (ventrículos en el caso del encéfalo y conducto ependimario en el caso de la
médula espinal) están llenas de un líquido incoloro y transparente, que recibe
el nombre de líquido cefalorraquídeo. Sus funciones son muy variadas: sirve
como medio de intercambio de determinadas sustancias, como sistema de
eliminación de productos residuales, para mantener el equilibrio iónico
adecuado, transporta el oxígeno,la glucosa desde la sangre hasta las neuronas y
también es muy importante como sistema amortiguador mecánico.
SISTEMA CIRCULATORIO:
El cuerpo humano es recorrido
interiormente, desde la punta de los pies hasta la cabeza, por un líquido
rojizo y espeso llamado sangre.
La sangre hace este recorrido a través de un sistema de verdaderas “cañerías”,
de distinto grosor, que se comunican por todo el cuerpo.
La fuerza que necesita la
sangre para circular se la entrega un motor que está ubicado casi en el centro
del pecho: el corazón, que es
una bomba que funciona sin parar un solo segundo.
Estos elementos, junto a
otros que apoyan la labor sanguínea, conforman el Sistema o Aparato circulatorio
EVOLUCIÓN DEL HOMBRE
La vida del ser humano
durante el Paleolítico era difícil. Como todos los seres de la prehistoria, los
primeros hombres tuvieron que enfrentarse a peligros que los acechaban a cada
momento y cambios climáticos que ponían en riesgo su supervivencia como
especie.
Para colmo, el ser humano nunca
se ha encontrado adecuadamente adaptado para vivir en cualquier medio natural
porque sus defensas corpóreas son generalmente inferiores a las que poseen la
mayor parte de los animales.
El hombre no tiene un abrigo
de piel semejante al del oso polar, para conservar el calor de su cuerpo en un
ambiente frío. Su cuerpo no está especialmente adaptado para la huida, la
defensa propia o la cacería. No tiene un color que lo proteja, como el tigre o
el leopardo; ni una armadura, como la tortuga o el cangrejo; ni garras o pico,
o un oído o vista agudos; tampoco posee alas para escapar o una gran fuerza
muscular para atrapar presas de su tamaño o defenderse de ataques.
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